Ante cualquier situación y no es diferente en la búsqueda de empleo, uno de los obstáculos para la gestión emocional es ˂Quererlo ¡YA!˃. Dicho de otro modo: “Tratar de hacer algo, sea lo que sea, para ˂quitarse la emoción˃ de incertidumbre”. Y esto, suela resultar contraproducente, ya que tal y como dice el dicho: ˂a lo que te resistes, persiste˃.

¿De qué sirve resistirte a tu nueva situación de empleo?

Es preferible dedicarse a ˂coopera absolutamente con lo inevitable˃, y no alimentar pensamientos tóxicos.

Cooperar con lo inevitable implica actuar con serenidad y conscientemente en la consecución de los objetivos personales, no mal gastar energía en inútiles sentimientos de culpa, ni resentimientos estériles. Actuar con resistencia, es el único modo de dejar en claro que estar parado no es igual al estar inactivo.

No encontrar un trabajo en los tiempos deseados no es el fin, no constituye una derrota vital, debería contemplarse como una situación ˂incómoda˃ a la que enfrentarse MOMENTANEAMENTE.

Por muy desagradables o incómodas que nos resulten las emociones derivadas de una situación de desempleo, es importante saber que “no son emociones malas”, ya que las emociones no tienen una connotación moral (es decir de bien o mal) únicamente nos informan las necesidades, y cuando se avanza hacia donde se necesita, el sistema emocional felicita a quien lo hace con emociones placenteras.

En cierto modo actúan como brújula o guía de comportamiento, pero antes es necesario transformarlas.

Otro tema de tener en cuenta cuando nos enfrentamos a una situación de desempleo, es la necesidad de salir de “área de comodidad”, del área conocida. Algo que siempre puede dar vértigo, pero uno ha de entender que en la vida laboral de una persona, puede y debe hacer cambios, de especialidad e incluso de actividad o de sector: 

“Reinventarse a uno mismo” e incluso aceptar que hay que construir sobre otros pilares, son ideas que no conviene rechazar.Nunca se debe de perder de vista que la resistencia psicológica es un factor clave en la búsqueda de empleo. Una situación de desempleo puede ser vista como una oportunidad para hacerse fuerte, en vez de cómo una amenaza limitadora o debilitadora.

Saber aguantar el golpe que supone una situación de desempleo,  es reflejo de resistencia psicológica. Muchas veces ante una situación como el desempleo, que puede ser interpretada como un acontecimiento desestabilizador, la tentación es erigirse como víctima y quejarse, máxime cuando las víctimas obtienen la compasión de los demás, y no evitan la autocompasión.

Lo difícil, pero quizá lo más útil, y siempre lo que más nos aproxima al concepto de felicidad, es avanzar aprendiendo de lo que la vida pone ante uno, y responder o responsabilizarse de lo que “hay de uno” en la situación que le ha tocado vivir.Responsabilizarse no es culpabilizarse, responsabilidad implica aprender de lo que toca vivir.